Me siento vacía pero no por dentro. Me siento vacía por lo que tengo, por lo que no puedo dar y por lo que me resigno a decir. Puede que sea tonto pero cada vez que aquellos recuerdos vuelven son como una puñalada directo al corazón que deja una hemorragia que dura horas y horas en forma de agua, en forma de lagrimas. No se trata de los demás, se trata de mi. Estoy resignada a tantas cosas imposibles de entender ¿Porque me privo de tantas cosas? No entiendo porque lo hago, no entiendo quien soy.
¿Y si un día desaparezco? Pienso que nadie me necesitaría ni se acordaría de mi existencia. Después de todo así como soy fácil de querer o adorar también soy alguien fácil de reemplazar. Esas preguntas que nunca tuvieron respuesta resuenan en mi cabeza, no me deja vivir, así que... ¿Que sentido tiene? De todos modos como yo hay miles.
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